terminar por allá lejos,
mirarte por un tiempo indeterminado,
contemplar todos tus rasgos,
verlos con pasión,
demostrarte que te adoro,
que mi amor durará por siempre,
que no importa lo que pase,
siempre tenés un lugar en mi corazón,
desaparecés y volvés pero siempre estás,
por eso es que te quiero tanto,
porque sos mi ping-pong del amor.
Ganaste el set, y el partido también.
¿Cuándo venís por mí? Lógicamente, cuando sepas que estoy muriendo por vos.
Lo que pasa es el temor a arriesgar, a poner todo en la cancha, a todo o nada.
Me falta el coraje, porque el resto, ya está de mi lado.
Excepto una cosa: tu amor.
